vendredi 17 décembre 2010

Meet you at Tiffany's



[Comienzo del paréntesis...

Hace 79 días adopté a una gatita. Era demasiado pronto, pero no pude resistirme. Su mirada curiosa e increíblemente despierta me instó a rescatarla del corredor de la muerte en la perrera de Jerez. Convencer a mi familia fue difícil, pero no imposible.
Intenté, además, poner mi granito de arena hacia el resto de los gatos que aguardaban su mismo destino, y creé un evento en facebook a contrareloj para conseguir salvarlos a todos. Y a base de mucha difusión conjunta (y petarda insistencia) los gatti que no consiguieron adoptante en aquel momento (casi todos viajaron hasta Toulouse, Paris y Niza) fueron apadrinados. Misión cumplida: ninguno fue asesinado en la perrera.

Como algunos ya sabréis, a un gato no se le bautiza al azar: él o ella mism@ te indica cuál es su nombre.
Cuando llegó a casa, tras un interminable viaje de casi 24 horas, mi nueva amiga felina me confesó el suyo. Alta, esbelta, rasgos delicados, delgadez extrema y un “vestido” negro con motivos blancos... obviamente me encontraba frente a la versión gatuna de Holly Golightly, la heroína de Breakfast at Tiffany’s.

Tras una hiperactivísima primera etapa de adaptación en la que más que una gata parecía el mismísimo diablo de Tasmania, Holly cayó en un extraño estado de apatía, pero aún más inquietante que su cambio radical, resultaba su vientre abultado. Había sido esterilizada antes de su adopción, pero yo aún tenía ciertas dudas antes de visitar al veterinario. La buena noticia fue que no estaba embarazada, la mala.... que no estaba embarazada.

Peritonitis infecciosa felina son tres palabras que nunca podré olvidar (aunque bien podría haberse llamado: Put*da Incurable Fatal). En la presentación más aguda de esta enfermedad, los vasos sanguíneos del abdomen se ven afectados, el estomago del gato se hincha; el fluido se gotea al pecho, disminuyendo la capacidad de los pulmones para expandirse, por lo que el animal presenta dificultades cada vez mayores en la respiración... hasta alcanzar la muerte.

Palabras como injusto, surrealista y broma macabra se quedan cortas. Podría hablar sobre la arbitrariedad del karma o repetir aquella mítica frase de Benjamin Linus “Destiny is a fickle bitch” (el destino es un cabrón voluble, creo que la tradujeron), pero supongo que cualquiera puede imaginarse lo que se siente ante un diagnóstico de este tipo, teniendo, además, otra herida gatuna reciente aún por cerrar.

Pues bien. 4 semanas después de aquel odioso diagnóstico, Holly adelantó su cita con La Dama Oscura sobre su sillón favorito, entre ataques de apnea, mientras yo le acariciaba tiernamente sus pequeñas manos “enguantadas”.
Pocas horas después, al otro lado del Atlántico, murió Blake Edwards, el director de Desayuno con diamantes. Una extraña (e inquietante) coincidencia...






I hope we meet at Tiffany’s, Ms Golightly...


… fin del paréntesis].
Related Posts with Thumbnails