samedi 31 octobre 2009

Fantasía de contacto



De los cinco sentidos, el tacto es el que más se ha atrofiado. Nuestra piel hiberna bajo el ritmo de los tambores de silicio aunque, en ocasiones, nos tiemblen desorientadas las yemas de los dedos. El miedo cose nuestras nuevas células. Pero el miedo siempre lleva al deseo de la mano. Ambos se enzarzan en un pulso agotador y cuando el miedo baja la guardia, chocamos, desesperadamente, como obstinados kamikaces. No nos importa la dirección ni la velocidad ni la fuerza. Sólo anhelamos el calor que hace tambalear el iglú que tan cuidadosamente nos hemos construido.

Durante ese brevísimo instante de primavera, enrollamos el pasado al cuello como si fuera una vieja bufanda. Todo lo que hemos sido, lo que creíamos ser, se reduce hasta calentar sin sobrecargar los doloridos omoplatos. Reptilianos, fantaseamos con la idea de arrojarla a algún microcosmos paralelo, reiniciarnos, superar el horror vacui; pero casi nunca lo hacemos. ¿Con que vamos a cubrirnos sino cuando acabe la primavera?





... pero el vértigo no siempre anula las cosquillas...



[Dedicado al chico sin nombre]

vendredi 23 octobre 2009

¿Regalo o inversión?



Durante un tiempo fui una “emailadora” compulsiva. Cada vez que encontraba algo que me fascinaba en la red, bien fuera una canción, un texto o algún “tubito”, se lo enviaba rauda y veloz a todos mis contactos. Lo hacía siempre llevada por mi afán compartidor convencida de que, de la misma forma que a mi me había tocado de alguna manera, también podría tocar al resto.

Sin embargo, con cada nuevo correo colectivo, a la vez que la expectativa, también iba aumentando la frustración. Las personas que contestaban oscilaban entre pocos o ninguno y yo necesitaba feedback. No porque quisiera que me dieran las gracias (o jabón nenuco del bueno), sino porque necesitaba saber hasta qué punto aquello que yo enviaba llegaba a la gente.

Rumiando situaciones parecidas, me encontraba en mi punto álgido de victimismo y autocompasión post-adolescente, cuando recordé una de esas (puñeteras) lecciones gestálticas que siempre tengo presentes "¿Cuándo envío cosas a los demás, que estoy haciendo: un regalo o una inversión?".

Un regalo supone dar algo por el placer de dar. La satisfacción máxima reside en el propio acto regalil y se satisface con el, mientras que con una inversión, siempre existe alguna expectativa de reciprocidad externa a ese acto, y sólo nos sentimos realmente felices cuando finalmente cobramos nuestra parte del “intercambio”, sea del tipo que sea.

Supongo que ni las personalidades más zen alcanzan esa utopía, ese nirvana antineurotico llamado Expectativa 0, pero algunos lucky few están más cerca de Yoda que de Mr Scrooge. Asumiendo que aún oscilo entre el CrudoCruditoCasiBlanco y el GrisOscuroCasiNegro, decidí limitar no sólo mis correos, sino todos mis presents a mi sentido común, y desde entonces, regalo menos, pero regalo mejor.

lundi 19 octobre 2009

Una de monstruos...



El monstruo de las cosas malas que no se dicen tiene la forma de un globo gigantesco siempre a punto de explotar. Resulta fácilmente observable cuando la luz le da de frente o el viento sopla con violencia. Clava sus pezuñas en la espalda y se agarra con vehemencia a la zona del pecho, como un bebé de 200 kilos o una gigantesca mochila que, por algún extraño motivo, decidimos llevar al revés. Se alimenta de golpes de latidos.

El monstruo de las cosas buenas que no se dicen no tiene forma. Nadie puede verlo. Es invisible, escurridizo, sibilino. Entra en todos los huecos y se apoya en todas las espaldas. Se alimenta de todo tipo de caracteres, especialmente de las comas. No tiene prisa por crecer, pero es tenaz y persistente en su labor, como la termita cuando roe la madera.

Una mañana, el monstruo de las cosas malas que no se dicen y el monstruo de las cosas buenas que no se dicen, deciden enfrentarse en un duelo para descubrir quién es el más peligroso. El resto de los monstruos, entre los que se encuentran el monstruo del miedo a las cosas nuevas y el monstruo que nunca salta sin red, se reúnen para deliberar por cuál de los dos harán sus apuestas. Por una diferencia de 117 votos, el monstruo de las cosas malas que no se dicen se presenta como principal favorito. Tras un brutal duelo de tres días y tres lunas, contra todo pronóstico, el monstruo de las cosas buenas que no se dicen, gana.

lundi 12 octobre 2009

Síndrome de inadaptación tecnológica



Hace más de dos meses, las presiones amiguiles y sociales, me llevaron a sucumbir a la World Net más popular del mundo, esa que mencionan, capítulo sí y capítulo también geeks-nerds ilustres como Sheldon Cooper & friends: el facebook.

Y sí, debo admitir que he descubierto un fascinante y nuevo mundo de posibilidades comunicacioniles. Ahora soy testigo privilegiado de todos y cada uno de los acontecimientos significativos en la vida de mis contactos: se cuando a uno le sienta malamente el tabasco; cuál se ha comprado un bolso amarillo-pollo-casi-piolín; cualo le tira los trastos descaradamente a cualo; y quién ha venido a este mundo, única y exclusivamente, para ser sucesor de Juan Manuel de Prada o diseñador de vestuario de cine porno.

Me he dado cuenta de que la fauna feisbukil se divide, básicamente, en tres especies: el abejorro (o actualizador compulsivo), el buho (o silencioso y aparentemente inactivo observador) y... todos los demás. Sintiéndome very incomoda en la piel de cada una de ellas, ahora puedo asegurar lo que ya intuí desde el minuto 1: el féisbuk no es para mi. En lugar de entretenerme, me deprime, y en lugar de animarme a compartir, me frustra. Why?

Si en Matrix no liberaban una mente pasada cierta edad debido a sus apegos y prejuicios varios, puede que en el proceso de adaptación a las new technologies a mi me este ocurriendo algo similar. Y es que no ha sido hasta prácticamente ayer, cuando he descubierto que lo mío con el invento de masas era una puritita distorsión cognitiva. Dicho con otras palabras, me empeñaba en considerarlo lo que no es: una herramienta de comunicación más o menos creativa. Pero como cualquier usuario caralibril sabe de sobra, lo que se cuenta, cómo se cuenta y su supuesta relevancia, es lo de menos. El facebook cumple una función social-cultural, y obviamente satisface la creciente demanda Mi vida en directo de la que muchos parecen haberse contagiado, pero no puede ser visto, únicamente, con ojos de lector-contador. Mi problema es que, para bien o para mal y sea cual sea el formato internetil que utilice, esos son los únicos ojos que me interesan.

Por lo tanto, tras varios intentos de reconciliación infructuosos, tiro públicamente la toalla. Se acabó la ansiedad de intentar superar mi síndrome de la inadaptación tecnológica. Si estoy enferma, he de asumirlo. It’s over. Non c’è la faccio più. Adieu!

¿Seré la única que lo padece?


P.D. Sé que con esta entrada voy a hacer muchos amiguitos. Mentalizado me he...

mardi 6 octobre 2009

Bi-Curiosity



- ¿Con quién hablabas?
- Con Iván. Está deprimido desde que ha cortado con su novio...
- No sabía que Iván era gay
- No lo es
- Ah... es bisexual entonces
- No le gusta esa palabra
- ¿Entonces como se autodefine?
- No lo hace, odia las etiquetas. Dice que le gustan las personas y que eso es suficiente, que no hay necesidad de dar más explicaciones
- Vaya, parece que últimamente eso de bi-curiosidad está de moda
- ¿No lo dirás por Hollywood, no?
- Pues sí
- ¿Y lo que digan petardas como Lindsay Lohan o Megan Fox es extrapolable al mundo entero?
- Bueno, son un mal ejemplo para muchos jóvenes, mal que nos pese
- Se autoproclaman feministas, pero lo único que consiguen es alimentar el morbo y ese es su único talento. A la mayoría de los hombres les pone descubrir que a una mujer le gustan otras mujeres, pero que también le incluirían a él en el supuesto trío
- Es una fantasía muy común, sí...
- Sin embargo, que un tío bueno anuncie al mundo entero que también le van los efebos no vende tanto
- Sigue siendo un mundo muy homófobo, ya lo sabes. Además, hay puertas que a los hombres nos sigue costando abrir, por todo eso de la educación machomanil...
- ¿Tú te ves teniendo una experiencia homosexual?
- Creo que se me ha pasado el arroz para eso. Si fuera gay, ya me habría dado cuenta
- Yo opino que la vida es larga para algunas cosas y que las posibilidades sexuales son casi tan amplias como las personalidades
- ¿Qué quieres decir?
- Que la heterosexualidad no es tan monolítica como nos la han vendido. Se puede nacer 100% hetero; se puede ser hetero pero tener alguna homoexperiencia alguna vez; se puede ser hetero en un 70-60% pero disfrutar del sexo con gente de tu mismo sexo; o se puede practicar sexo con hombres y mujeres pero tener una tendencia a enamorarse de personas del sexo contrario...
- Puede ser. Nunca me lo había planteado. De todas formas, debe ser agotador
- ¿El qué?
- Ser bisexual o heterogay o como quieras llamarlo
- ¿Y eso?
- Imagina lo que debe ser salir un sábado por la noche y no dejar de cruzarte con tíos buenos y tías buenas por todas partes...



Hay más vida blogil que las castañas y el chocolate para la dueña de este blog. Visitadme en:

http://myblackberrynights.blogspot.com/ o mis pequeñas historias, cuentos, poemas, etc
http://vforvegetarian.blogspot.com/ o la ecologista militante y defensora de los animales que llevo dentro y
http://ifyouneedmewhistle.blogspot.com/ o la cinéfila-freak contraataca ;)

jeudi 1 octobre 2009

De sueños cinéfilos



Anoche tuve un sueño muy cinematográfico. Será que el atracón del festival de cine me ha dejado secuelas. Será. No lo quiero trabajar. Me da miedo trabajarlo. Comparto con los freudianos hermanos Crane ese internacional proverbio que dice the shoemaker’s kids go barefoot o “en casa del herrero, cuchillo de palo”, que es lo mismo.

Estaba en una habitación blanquísima. No se veía el techo. Los amores de mi vida ocupaban su espacio de pie, silenciosos e inmóviles como muebles improvisados. Al mirarme en un espejo descubrí que sujetaba un ramo de rosas en la mano izquierda y una pistola en la derecha. Sin saber cómo supe lo que debía hacer: acercarme a todos ellos, uno a uno y escuchar la frase que me susurrarían al oído. Si esa frase me gustaba, si aportaba algo nuevo a mi vida, les regalaría una rosa. Si en cambio me resultaba vacía o poco original, les dispararía.

Lo que aconteció fue más una coreografía que una sucesión de acontecimientos. No hubo un segundo de vacilación. Fui matándolos fríamente uno tras otro hasta que sólo quedaron dos. Mi primer amor y el último. Les regale dos rosas. Originalmente eran blancas. Me miraron extrañados. Entonces se abrió una puerta. Quise abrazar al último, llevármelo conmigo, pero alguien me advirtió que tenía que elegir entre él y las rosas. Así que abandoné la sala, únicamente, con diez rosas blancas manchadas de sangre.


No sé qué me ha impulsado a compartir este sueño. Comenten lo que les apetezca o no comenten. Sólo una aclaración: no me lo recomienden, ya estoy en terapia ;)
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